Caída de ojos

lunes 8 de febrero de 2010

Yo soy una mujer normal, pequeña, ahora delgada. Morena y con ojos grandes y almendrados, estos ojos míos han estado treinta años escondidos detrás de una gafas de miope con lo que la verdad, nadie nunca reparó en ellos. Pero como la ciencia avanza que es una barbaridad resulta que ahora veo perfectamente sin gafas. Tengo una nariz de tamaño razonable, y con el tabique ligeramente desviado por un golpe. No soy guapa, tampoco fea. Pero desde hace ya bastantes años me he dado cuenta de que tengo un cierto atractivo, que seguramente está más basado en mi actitud que en mi físico. Soy consciente de ello, pero por principios éticos nunca lo he utilizado con fines comerciales, no me parecía correcto; según me voy haciendo mayor me estoy volviendo más práctica y menos idealista.El sábado fui a comprar verduras al mercado, no suelo hacerlo nunca. Y fui bien vestida, peinada y maquillada; no suelo hacerlo nunca. Y la verdad es que estaba mona. Me paré en un puesto atiborrado de gente y vi unos puerros con una pinta estupenda y a buen precio. El dependiente me miró y me dijo que tenía unos ojos preciosos; y en vez de lo acostumbrado en mí, puse mi mejor sonrisa y con una melosa caída de ojos coqueteé con él y le pedí dos manojos. Me atendió discretamente antes que al resto de la clientela y me puso los mejores; insistiendo en lo guapísima que era.Sigue sin parecerme bien, pero por una vez en la vida comprobé que todo puede ser más fácil empleando ciertas artimañas, que la vida ya es bastante complicada como para no facilitársela uno de vez en cuando, si es posible.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Suegras

CANTA Y NO LLORES

Cuello de botella