Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2011

Cuestión de olfato

Una noche de fiesta como cualquiera, salgo a tomar algo. Con los amigos de siempre a los sitios de costumbre. Todo parece normal, salvo que sí hay algo distinto. Hemos descubierto los olores. Ahora que ya no se fuma resulta que los bares tienen olores, y parece que será algo que los defina, de forma individual. Algunos huelen a colonias mezcladas, lo que resulta un poco desconcertante, otros huelen a cañerías, ¿quién iba a decirlo? Yo que he entrado cientos de veces nunca me había dado cuenta. Llegará el verano y los olores corporales de los enemigos de la ducha aflorarán y sabremos quiénes son. Yo que soy una fumadora empedernida, he cambiado de costumbres, como otros tantos. Pero mi ropa, ya no huele a humo. Mis feromonas están de fiesta, por fin serán ellas las protagonistas. Y mi cerebro festejará, cuando llegue la ocasión, que puede reconocer las tuyas.

No tiene miedo

miércoles 9 de diciembre de 2009 No sé si eres muy valiente o muy tonta. No entiendo si es que no tienes memoria o es que no aprendes. No juzgo si tus acciones son premeditadas o aleatorias. Pero por algún motivo que desconozco, estás siempre y cada vez dispuesta a intentarlo. Qué jodida, ¿por qué no tienes miedo?.

Me he quedado tan fresca

Sí, ayer fui a votar. Además llevé a la prole para que vieran cómo es eso de votar. No sea que se acabe y se queden sin saber cómo se hace. Llegué sin alegría. Sin emoción, y sabiendo que nada podía elegir que fuera de mi gusto. No sabía a quién votar como representante de mi comunidad y ya estaba en el pasillo del colegio electoral; y aún así fui. Pensando que si votaba, al menos podría protestar de forma legítima cuando no me guste lo que hagan mis representantes. Llegue a una mesa plagada de papeletas de color sepia, y sabía que era el momento crítico, que debía de tomar la decisión. Releía sin gran interés los nombres de los partidos que se presentaban. Y de repente lo vi. Se podía votar a un partido en contra del maltrato animal y las corridas de toros. Pues bien, en conciencia voté. Pero por favor, que nadie me explique más de a quién voté. No quiero enterarme. Si consuela a alguien, votamos tan pocos a ese partido que no ha obtenido representantes. Que no sé si es bueno o no, n

La gran noticia

Subía corriendo las escaleras, tan rápido como le daban las piernas. Canturreaba una canción sin letra, sólo decía "ay ay ay" pero no con tono de lamento, si no de cierta emoción contenida. Su joven voz retumbaba en las paredes, y llenaba todo el espacio. Se acercaba cada vez más, lo que despertaba en mi la impaciencia y la expectación. Qué emoción podía provocar tanta alegría. Un sí de la mujer ansiada, un trabajo conseguido, qué buena noticia se escondía en aquella cabeza, loca. En la última vuelta del rellano de la escalera tengo contacto visual por primera vez con él. Con rasgos indios, y largo pelo negro atado en una coleta baja; una barba cuidada y enormes ojos negros. Alto, delgado y bien vestido.. En segundos está a mi lado y se cruza sin verme siquiera, casi me atropella pero no me distingue del estucado de la pared. Yo le observo todo lo rápido que la ocasión me deja, le investigo intentando adivinar qué provoca su excitación. Y en un momento entiendo todo. En su ma

Cibeles, no conduzcas.

Imagen
Para no perderse "El menú del bar Rambo" del mismo autor, gracias por enseñarme otros mundos, Maryan, Jorge. De primero sopa de...

Flor de un día

De vida trepidante no tengo más que un día. Hoy ha amanecido con un sol radiante, hace un poco de fresco y noto que el rocío ha mojado mis sépalos. Todo se vuelve agitación en mí, sé que es ahora o nunca. No hay lugar para reflexiones, ni vista atrás. Así que será ahora.

Ahora nos conocemos

Desde la ventana, cruzando los visillos una luz sin brillo iluminaba su cara blanquecina. Una ventana con vistas a una pared de ladrillo blanco y a un jardín de piedras blancas, que en otros tiempos había servido para criar pollos y cerdos. Los ojos cerrados y la boca abierta, unos pulmones encharcados intentando recoger aire.  El ruido de una respiración lenta y abrupta cesa sin más. Una luz sin brillo ilumina su cara amarillenta. El silencio.