Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2011

El tiempo es un descojono

Imagen
Carmina Burana - 22. Tempus est iocundum  Tempus est iocundum, o virgines, modo congaudete vos iuvenes. Oh, oh, oh, iam amore virginali totus ardeo, novus, novus amor est, quo pereo. Mea me confortat Promissio, mea me deportat Oh, oh, oh, totus floreo, iam amore virginali totus ardeo, novus, novus amor est, quo pereo. Tempore brumali vir patiens animo vernali lasciviens. Oh, oh, oh, totus floreo, iam amore virginali totus ardeo, novus, novus amor est, quo pereo. Mea mecum ludit virginitas, mea me detrudit simplicitas. Oh, oh, oh, totus floreo, iam amore virginali totus ardeo, novus, novus amor est, quo pereo. Veni, domicella, cum gaudio, veni, veni, pulchra iam pereo. Oh, oh, oh, totus floreo, iam amore virginali totus ardeo, novus, novus amor est, quo pereo. 22. Este es un tiempo alegre Este es un tiempo alegre, oh doncellas, gozad ahora muchachos. Oh, oh, oh, estoy rejuveneciendo. Por el amor de una doncella, me consu

De trato difícil

Somos los dos niños mal criados, consentidos y caprichosos. Fascinantes a primera vista y cansinos con el tiempo. Estamos condenados a bagar de casa en casa. No debieron sacarnos de nuestro hábitat inicial, pero lo hicieron y eso ya no tiene remedio. Ahora nos enfrentamos a encontrar nuestro sitio en el mundo, suponiendo que lo haya. Una nueva familia te pretende, pero no te conocen. Yo sí. Te recibirían con ilusión y con muchas esperanzas, pero tarde o temprano se darán cuenta de que poco hay que hacer con nosotros, estamos ya muy mayores para cambiar nuestras costumbres. La diferencia es que yo tengo capacidad de elección y ahora tengo que decidir por ti. Decidir si una nueva familia con más experiencia será lo mejor, quizá ellos puedan poner remedio a ese carácter tuyo tan fuerte. Si así decido me quedaré con la amarga sensación de que tiré la toalla antes de tiempo, de haber tomado una decisión impopular y condenable. Pero con la esperanza de que más tiempo y dedicación puedan hace

Yo soy rebelde

Imagen
Yo soy rebelde porque el mundo me hizo así. Acabo de celebrar con mis compañeros de clase del cole, nuestro encuentro anual. No estábamos todos, faltaron muchas chicas y casi todos los chicos. Claro que dos no nos encontraron porque tuvimos que cambiar de restaurante, en el que reservamos se confundieron y apuntaron una mesa de Sonias, y al parecer eran dos. Cuando llegamos, las primeras Sonias cenaban tranquilamente, y nosotros, pues a improvisar a las once de la noche. ¿Dónde cenarían nuestros perdidos? De los tres chicos que vinieron contamos dos, el tercero sólo estaba de cuerpo presente, eso sí, se le oyó. Como de costumbre hablamos de nuestra infancia, de las anécdotas que recordamos, de los profesores y esas cosas. Lo más sorprendente es que me hablo con casi todo el mundo de aquella época, vamos, que me hablan. No puedo entenderlo sin apoyarme en la sorprendente capacidad humana de perdón, y su bondad infinita. A mis seis años era una auténtica capulla, y me dedicaba a martiriz