La gran noticia

Subía corriendo las escaleras, tan rápido como le daban las piernas.
Canturreaba una canción sin letra, sólo decía "ay ay ay" pero no con tono de lamento, si no de cierta emoción contenida.
Su joven voz retumbaba en las paredes, y llenaba todo el espacio.
Se acercaba cada vez más, lo que despertaba en mi la impaciencia y la expectación. Qué emoción podía provocar tanta alegría. Un sí de la mujer ansiada, un trabajo conseguido, qué buena noticia se escondía en aquella cabeza, loca.
En la última vuelta del rellano de la escalera tengo contacto visual por primera vez con él. Con rasgos indios, y largo pelo negro atado en una coleta baja; una barba cuidada y enormes ojos negros. Alto, delgado y bien vestido..
En segundos está a mi lado y se cruza sin verme siquiera, casi me atropella pero no me distingue del estucado de la pared.
Yo le observo todo lo rápido que la ocasión me deja, le investigo intentando adivinar qué provoca su excitación. Y en un momento entiendo todo.
En su mano derecha lleva una cartulina, con una gran "L" blanca tan grande y llamativa como es posible en ese fondo verde.
No lo sé con certeza, pero creo que ha aprobado el examen de conducir, que acaba de enterarse y corre como loco para compartir con los suyos tan importante noticia.
Yo no logro evocar mis sensaciones cuando pasé por ese trance. Sólo tengo el recuerdo de mi examen práctico, seguramente no he vuelto a estar tan nerviosa en mi vida, con la cantidad de cosas que me han pasado desde entonces. 
Tantas cosas en veinte años.

Comentarios

  1. La L marca el principio de una etapa, algunos lo celebran y son conscientes, otros lo dejan pasatcomo un evento más en su existencia.

    ¡qué sería de mí sin mi cochecito'.

    Besos guapa Á

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  2. Yo no lo he vivido, he sido incapaz de sacarme el carnet, pero tal vez por eso entiendo el gran entusiasmo del hombre de tu relato. Debe ser como tocar el cielo.
    También te digo, sin coche se puede vivir, te lo digo yo.
    Un abrazo.

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  3. Pues yo me saqué el Carné en un mes (Teórico y Práctico) sin nervios de ninguna clase y sin grandes ceremonias... Y no me cambió la vida en absoluto. Después de sacármelo estuve más de 7 años sin conducir (Vamos, que tuve que aprender de nuevo). Y actualmente estoy sin coche. Como dice Mercedes, se puede vivir sin él... De hecho, se puede vivir sin carné.

    El que lo tenga, que lo disfrute... Y que me lleve a dar una vuelta ;)

    Un Beso con Carné, Nines.

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  4. Yo no viví con tanta emoción el día que aprobé, era sólo un trámite porque sabía que no iba a conducir. Era una inversión en el futuro. Hasta hace 2 años no he empezado a amortizarla. Yo ahora no podría vivir sin coche, ya véis.

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  5. Emociones que se viven a punta de segundo.

    Saludos y un abrazo.

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  6. 20 años no son nada.Pasan corriendo que ni nos da tiempo a saborearlos...
    Un
    saludo.

    http://ponerunaqueja.blogspot.com/

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