Vacaciones



Hace tiempo que estaba pensando en tomarme unas vacaciones. Tenía algunos días libres y me lo merecía. Dinero lo que se dice dinero pues no tenía mucho, pero ilusión no me faltaba.
Un viajecito de autobús, una reserva en un albergue sólo alojamiento, la mochila, y un callejero. Ganas de conocer sitios y ganas de pasarlo bien. No necesitaba nada más.
Dispuesta estaba a disfrutar desde el principio. Diez horas de viaje nocturno no podrían con mi alegría o sí.
Espero nerviosa a que se siente el que será mi compañero de asiento. ¿Tendré suerte? Deseo que no diga nada de nada, que no se mueva, que sea invisible. O si no, que sea alguien estupendo y nos vamos de copas cuando lleguemos.
Faltaban cinco minutos para la salida y una chica algo mayor que yo se sienta a mi lado. Bueno, está limpia, y parece "normal". Hubiera preferido un tío bueno, pero así está bien. Saludo sin especial interés y comenzamos el viaje. La primera hora me la paso leyendo una revista del corazón, ya me la sé entera.
La chica que va a mi lado, no viaja sola; detrás de ella van dos niños de unos seis u ocho años. Se ha levantado como diez veces para atenderles. Se han pegado, llorado, reído y jugado hasta hartarse. Es la primera vez que van de vacaciones tan lejos en autobús. !Por Dios!, el trabajo que la dieron, menudo viaje. Por fin se durmieron y nos dejaron dormir al resto del autobús. Cómo se atreverán a viajar así con niños. La gente está loca.



 

Comentarios

  1. No parece que empezaras muy bien tu excursión, Pero ya sabes que los gitanos no quieren a sus hijos con buenos principios.
    Ya veras mañana que bien...
    Besos A.

    ResponderEliminar
  2. JK: nos sugiere esta otra también curiosa.
    http://www.zappinternet.com/video/ZiJqQujRax/Alaska-Vacaciones-Infernales.

    ResponderEliminar
  3. Es posible que la protagonista de tu relato no hubiera sido niño nunca. Quizás se mereciera ir en un autobus de jubilados con viaje pagado.

    Los churumbeles sabrán disfrutar del viaje y de sus vacaciones y su madre hija, nieta y biznieta de rey hará lo necesario para que todo sea posible, aunque no se lo crea ni ella.

    En otras épocas, las familias reales disponían de institutrices, señoritas de compañía y similares. Hoy en día las cosas han cambiado.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. ¿ Y donde habla de gitanos ?

    ResponderEliminar
  5. Por aquí ando una mañána más de domigo. Un placer haber pasado por tu espacio.

    Saludos y una abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Yo soy la viajera, y soy la madre. Hago el mismo viaje con una diferencia de dos meses.Yo, y mis circunstancias.

    ResponderEliminar
  7. ¡Qué difícil es viajar con niños!

    Un poquito locas si que estamos, pero es una locura "necesaria"...

    Muackkk, y a disfrutar a tope.

    ResponderEliminar
  8. No hubo suerte, aunque peor habría sido que se sentara al lado un tío buenorro con sus hijos detrás que atender: doble frustración.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Suegras

CANTA Y NO LLORES

Cuello de botella