Quiero hacer huelga
No me voy a cabrear, seré positiva y pensaré en las cosas buenas. No me pondré histérica, ni perderé los nervios. No voy a reírme, ni siquiera una leve sonrisa. Voy a poner cara seria y de circunstancias, como si lo peor fuera venir más tarde. No moveré una ceja mientras la cuidadora del comedor me cuenta que mi hijo no ha comido ni un día en el comedor, que no prueba nada y todo le da asco. Los primeros platos le aburren o no le gustan y los segundos se le hacen "bola". Y no le estiraré de las orejas mientras escucho que eso no es lo peor. Que además es siempre el último a entrar en el comedor de 300 niños de edades entre 3 y 12, cuando el todavía no tiene ni 5. Y que con toda chulería una vez sentado, se levanta y explica que va a lavarse las manos, cuando es requisito indispensable para entrar. No gritaré cuando al lavar su bata descubra una notita en su bolsillo, de su tutora en la que pone que hoy no ha hecho la ficha porque estaba arrugada, y que estaba arrugada porque